lunes, 28 de noviembre de 2016

RECUERDOS DEL 2016: ALEJANDRO MANGUT SERENO

Queremos compartir con vosotros una nueva vivencia del Lunes Santo en Cáceres de la mano de Alejandro Mangut Sereno. Disfruten, y feliz comienzo de semana.


Con este de 2016, ya fue mi tercer Lunes Santo perteneciendo a la familia que porta al Señor de la Salud. 

Mis vivencias a lo largo de estos tres años, como un buen vino, han ido en una mejora exponencial además hacer que aprenda muchas cosas y mejore como persona; además de la suerte de llevarme varios amigos de otra gran familia que viene de Salamanca a acompañarnos cada lunes y que pone los sones al compás que nosotros hemos de llevar. Tanto actuales miembros como anteriores.

Mis Lunes Santo han llevado siempre un toque especial en mi corazón. Cuando me acuesto el día anterior, no puedo dejar de pensar en lo que viviré el Lunes. Al levantarme, y justo después de desayunar, es un obligatorio preparar el ´altar`, que es cuando en mi cama pongo toda la ropa y lo que llevaré al vestirme de costalero. Después, otro obligatorio, es ir a la Iglesia a preparar últimos detalles y como no, rezar a los titulares pidiéndoles lo de todos los días y además que nos protejan durante la Estación de Penitencia de la tarde. 
Después de ayudar, me gusta volver a la cofradía en la que salía antes de hacerlo con la Salud, la cofradía de las Batallas. Aquí es donde la mayoría de mis amigos salen, por lo tanto siempre se hace con alegría.

Tras la mañana, toca volver a casa a descansar un rato y a pasar un poco de tiempo con mis padres, con los que últimamente paso poco tiempo al haberme ido a estudiar fuera de Cáceres; después llegará la hora de preparar la ropa, el costal, la medalla y las demás cosas que me gusta llevar conmigo e ir al centro de Cáceres, donde se vive un último rato de convivencia con mis hermanos costaleros, y con varios amigos más.

Llega la hora… Entrar a la Iglesia, rezar por última vez desde fuera de lo faldones, y dirigirse al patio de la Iglesia donde Álvaro y Eduardo, nos desean suerte y nos dan los relevos y demás órdenes de nuestros capataces. Desde el primer año, estos son ya momentos muy tensos y sentidos, donde más de una vez caen lágrimas de recuerdo hacia personas que ya no están. Toca mover el paso, y dejarlo encarado hacia sus devotos.

Habla el director espiritual, el mayordomo… Se abren las puertas del cielo. Como ya saben muchos, este es uno de los momentos más dificiles y de mayor concentración, pues la salida como los propios compañeros de la banda saben… no es nada fácil. Ya está fuera. Y tras disfrutar un poco de él, toca ir al lugar del relevo. Llegó la hora… Cuando el costal toca por primera vez la trabajadera, la sensación que te recorre… No se puede explicar. Es algo distinto, especial, y suena el martillo. Y unos cuantos ´locos`, vuelan con Él. Este año, los primeros momentos fueron increíbles, porque apareció la lluvia y por poco, no nos tocó desandar lo que ya se había andado.


Después de repartir Salud, toca recogida. Otro momento especial, se acaba el trabajo de un año, en un suspiro… Pero toca otra ilusión, ya queda menos para otro Lunes nuevo. Los abrazos de despedida de ese día, volverán a ser unos de reencuentro en unos meses… Y aquí, se nos va. Ahí queó. 

Alejandro Mangut Sereno